Nos acordaremos de este Festival de Viña 2011 por los muchos buenos conciertos, el magnifico público que pocas veces se equivoca. Me recordaré por Yuri y Marco Antonio Solis desde Mexico, mucho ritmo caribeño con Aventura, Calle 13 y Pitbull, canciones románticas por Chayanne y Américo, la impecable actuación de Sting con la Sinfónica, pero sobre todo por el soberbio concierto que después de 17 años ofreció el gran Alejandro Sanz. Y es que la magia de la Quinta Vergara lo hizo reinventarse y regalarnos esta tremenda versión casi acústica de su "Lola.."y lo hizo con Noel Schajris que se entregó para juntos crear una nueva Lola, gracias a los dos.Otto Grotten desde Santiago para cubaout.
El español también conmovió el sábado al llamado Monstruo de la Quinta Vergara, como se designa al público del Festival Internacional de Viña del Mar, con un concierto de más de dos horas, repleto de grandes éxitos, que cerró la última noche del certamen y que sirvió para compensar la jornada del viernes en que el público se rebeló por el corto espectáculo que ofreció Sting.
Después de diez años, Sanz volvió a pisar el escenario chileno y, acompañado por una nutrida banda y dos voces femeninas, deleitó a los presentes con temas como "Lo que fui es lo que soy".
Ataviado con pantalón ajustado, camiseta negra y chaqueta gris, el español saludó a las 15.000 personas que lo aclamaron ante cualquier comentario, gesto o canción. "Me dan un poquito de calor", dijo irónico, ante el estallido de sus fanáticas.
Temas como "Desde cuando" o "Nuestro amor será leyenda" demostraron la particular mezcla entre flamenco, rock y pop del cantante, quien interactuó en todo instante con las gradas.
El público enloqueció cuando Sanz, con una bandera chilena en los hombros, invitó a la animadora Eva Gómez, española residente en Chile, a bailar una sevillana al ritmo de "Corazón partío", uno de sus máximos éxitos. Dedicó la canción "a todos nuestros hermanos que ese día lo pasaron mal", en alusión al terremoto que hace justo un año asoló Chile.
Terra.cl, video cortesia del canal TheVmw10
El "monstruo" lanzó gritos ensordecedores cuando el artista invitó al escenario a Noel, del ex dúo Sin Bandera, para que lo acompañara a cantar "Lola Soledad".Después de "No es lo mismo", Sanz se llevó la Antorcha de Plata y, a los pocos minutos, recibió la Antorcha de Oro.Muy pronto sumó a sus premios la Gaviota de Plata, galardón supuestamente reservado sólo para los triunfadores de la competencia internacional de canciones.
Durante el concierto, Sanz también creo momentos más intimistas, como cuando dejó su guitarra para interpretar "Lo ves" y "Tú no tienes la culpa" desde un inmenso piano de cola.
La emoción contenida se destapó en el tramo final del concierto: "No me hagan llorar que soy facilón", dijo, mientras el público pedía que no abandonara el escenario.
Vinieron "Mi soledad y yo", "Amiga mía", y las gaviotas de Plata y Oro llegaron volando a las manos de Sanz. Fueron dos horas de romanticismo que inundó la Quinta Vergara.
Sanz vino a Viña del Mar por primera vez hace 17 años, en una actuación frustrada por problemas técnicos de sonido. Ocho años más tarde tuvo su revancha con una sólida y exitosa presentación.
El "monstruo" no cesaba de rugir exigiendo el regresó del cantante que ya había dejado el escenario. Retornó para cantar "Aquello que me diste" y luego anunció que a continuación era el turno de su amigo Noel y solicitó que lo recibieran "como se merece".




No hay comentarios:
Publicar un comentario