EFE | San Juan
El puertorriqueño Enrique Marrero Guzmán ha recreado la antigua ciudad de Jerusalén en una enorme maqueta que parece cobrar vida con personajes y animales, en una de las tradiciones más arraigadas en la localidad de Juana Díaz, en el sur de la isla.
"La gente aprecia mi obra y aprenden porque es un nacimiento educativo. Todo lo que está ahí son réplicas sacadas de libros de historias de Israel", explicó Enrique Marrero, médico de profesión que en su tiempo libre, se dedica a construir cada una de las estaciones que dan vida a las épocas festivas de Juana Díaz.
En la cochera de su hogar, se ubica el despliegue de casas y figuras.
Se trata de la representación de Israel y el nacimiento de Jesús de Nazaret más grande y original de Puerto Rico que se exhibe hasta el día 6 de enero, cuando se conmemoran los Reyes Magos.
"Todo comenzó cuando era pequeño y mis padres recreaban el pueblo de Belén debajo del árbol de Navidad. Cada año, le añadían más casitas. El pueblo empezó a crecer, siguió creciendo y se ubicó en una mesa, luego en un balcón y ahora aquí donde se encuentra", afirmó Marrero.
Durante años, el médico ha estudiado libros de la historia de Israel, de dónde extrae sus creaciones. Para ello, se dedica durante el año a fabricar nuevos espacios arquitectónicos y figuras.
Enrique Marrero construye a escala todos los elementos, utilizando madera, yeso, plástico, cartulina, resina y cristal. Son meses de preparación, donde tiene que sincronizar todos los movimientos de las figuras.
"Hace 31 años que lo estoy haciendo y cada año, va creciendo más. Cada año, hago una casa nueva, alguna de las figuras que se mueven. Siempre añado una o dos cada año", explicó.
La exposición cuenta con los principales templos de Jerusalén y sinagogas, iglesias y mercados de Israel. También, es preciso ver figuras de personas y animales en movimiento, cuerpos de agua y árboles que resaltan la belleza de las ciudades.
Entre las estaciones se encuentra la representación del pesebre donde nació Jesús de Nazaret, el palacio del prefecto Poncio Pilato, la tumba de la familia del Rey Herodes y varias catacumbas con momias, entre otras.
Por su dedicación en la conservación de la cultura religiosa en Puerto Rico, Enrique Marrero ha sido galardonado en varias ocasiones por su destacado trabajo.
Pero, sin duda, su mayor premio ha sido la visita de miles de personas que llegan hasta su hogar para conocer y apreciar su obra maestra.
Turistas de Puerto Rico, Estados Unidos y Latinoamérica han dejado sus comentarios en el portal de Internet, www.juanadiaz.org.
Allí se leen mensajes como: "Viajé desde N.Y. para ver este famoso nacimiento. Valió la pena el viaje".
"Este es el nacimiento más grande que he visto en mis viajes por el mundo", opinó un visitante de Colombia. Mientras que un turista de Venezuela escribió: "Qué maravilla de nacimiento. Gracias al doctor Marrero".
Enrique Marrero permite que los visitantes admiren el nacimiento sin cobrarles un centavo. Para él, se trata de educar y conservar las tradiciones.
"Una vez, me pidieron que exhibiera el nacimiento en la ciudad de San Juan, pero el pueblo de Juana Díaz se opuso. Para ellos, es tradición de Juana Díaz. Nació aquí y el nacimiento aquí se queda", concluyó un sonriente Enrique.
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